Limpieza Facial
Una limpieza facial profunda es un tratamiento estético que se enfoca en eliminar impurezas, células muertas, y exceso de sebo de la piel para mantenerla limpia, saludable y radiante.
Este proceso generalmente incluye varias etapas, tales como
- Desmaquillado: Eliminación de maquillaje y residuos superficiales.
- Exfoliación: Remoción de células muertas para mejorar la textura de la piel.
- Extracción: Eliminación de comedones (puntos negros y blancos) y otras impurezas de los poros.
- Mascarilla: Aplicación de una mascarilla adecuada al tipo de piel para calmar y revitalizar.
- Hidratación: Uso de productos hidratantes para reponer la humedad y nutrir la piel.
- Protección: Aplicación de protector solar para proteger la piel de los daños UV.
Frecuencia Recomendada
Se recomienda realizar una limpieza facial profunda cada 4 a 6 semanas, dependiendo del tipo de piel y las necesidades individuales. Para pieles grasas o propensas al acné, puede ser beneficioso hacerlo cada 3 a 4 semanas, mientras que para pieles más secas o sensibles, cada 6 a 8 semanas puede ser suficiente. Consultar con un profesional de la estética ayudará a determinar la frecuencia ideal para cada persona.